Según
se ha visto,
Internet está formada
por sistemas de tipos muy
diversos, unidos por
enlaces de comunicaciones variados,
de los que
se desconoce su estructura y funcionamiento. Esto plantea
dos problemas fundamentales:
1. Se necesita un sistema para localizar un
ordenador dentro de
Internet, con independencia de
su situación física
y los enlaces de
comunicaciones necesarios para
alcanzarlo.
2.
Además, la gran
variedad de ordenadores existentes
obliga a disponer de
un lenguaje común
de intercambio de información, entendido
por todos ellos,
y que sea independiente
de su estructura interna o sistema operativo.
La
solución a este
problema es el
protocolo TCP/IP. Se
trata de un
lenguaje de
comunicación entre
ordenadores, que permite
la interconexión e
intercambio de información entre
equipos muy diversos.
Sus características principales
son:
Se
encarga de localizar
los equipos a
través de la
red, con independencia
de su situación o el camino a
seguir para alcanzarlos.
El
protocolo TCP/IP consta
de tres niveles:
IP, UDP y
TCP. El nivel
básico es el
IP, y permite enviar mensajes
simples entre dos sistemas. TCP y UDP utilizan los mensajes
del
nivel IP para
construir un diálogo
más complejo entre
los ordenadores.
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